Los nuevos métodos y algoritmos computacionales permiten la extracción y tratamiento de la información obtenida a partir de las imágenes médicas. Esto puede ser utilizado para diagnosticar una enfermedad neurodegenerativa, y lo más importante, para intentar predecirla y anticipar el tratamiento. Además, es posible encontrar las zonas del cerebro relacionadas directamente con la enfermedad.